Ahora que han pasado casi 4 meses del nacimiento de Rodrigo (mi hijo, para los que no lo sepan), puedo hablar con cierta objetividad de lo que supone tener descendencia hoy en día.
La verdad es que con la que está cayendo en cuestiones laborales, tener un hijo es un riesgo económico importante, ya que supone un gasto infinito y si alguno de los dos se queda en paro, la economía familiar se ve seriamente afectada.
Lo que sí que ha sido siempre, es y será ser padre es una aventura que no te puedes ni imaginar, por mucho que te cuenten.
Lo primero que te dice todo el mundo cuando se entera de que tu pareja está embarazada es: "aprovecha ahora para dormir". Yo, que soy más listo que nadie, pienso "que exagerados" y ahí es donde me llevé la primera hostia. El tema de dormir pasa a una dimensión infernal a partir del parto, ya no vuelves a dormir (en nuestro caso) como lo hacías antes ni por asomo.
En este caso tengo que romper una lanza en favor de Maripaz ya que es ella la que lleva la carga de las noches, si no fuera por esto yo me habría ido de casa para no volver. Desde el mismo momento del parto me ha demostrado que es una leona con melena de león.
Cuando ya estás un poco más asentado en casa te atreves a ir a cenar, comer, etc, vamos, a salir por ahí con el niño. Esto es algo completamente impredecible, como no sabes lo que puede pasar en cada momento tienes que salir de casa como si fueras de vacaciones. Debes llevar de todo por si el niño se caga, hace frío, hace calor, no quiere pecho y un largo etc de cosas increíbles.
He de reconocer que lo que peor he llevado, y llevo, es la pérdida completa de libertad. Para mi es algo bastante duro de asumir y me temo que aun me queda mucho que pasar. Pero esto fue una decisión muy meditada y no me queda otra que tirar para adelante.
Como anécdota curiosa os cuento que el día que salimos del hospital, una lunes a mediodía, no fui capaz de pasar de 80 km/h en autovía!!!, que estado de nervios!! y no os quiero ni contar cuando pasábamos por un badén (resalto según mi profe de autoescuela).
También recuerdo como si fuera ayer el primer día que salimos a la calle con el niño, esto fue lo que escribí en Twitter: "Hoy hemos ido a la calle los 3 por primera vez. No creo que Cristóbal Colón sintiera tantos nervios aquel 3 de Agosto en el Puerto de Palos".
En definitiva, que tener un hijo te cambia la vida para siempre, y tu a penas te das ni cuenta porque es de un día para otro. Algunos te dirán que es un cambio para bien, otros te dirán que no tanto, yo ahora mismo no me puedo pronunciar, más adelante ya veremos.
Lo que sí está claro es que como dice Serrat, "a menudo los hijos se nos parecen y así nos dan la primera satisfacción"
Alex, el primero siempre implica estrés, cuando vayas por el tercero verás q no es para tanto... Los primerizos pecan de asustadizos, y en realudad sólo es necesario "saber" q esa nueva etapa es eso, una etapa, no el fin del mundo. Yo te diría que ahora que todavía es un bebé y hasta los 3 años de edad, es momento de abazarlo, achucharlo, hacerle mimos y carantoñas xq el primer año de vida es cadi el más importante. A los 2 y 3 andar con mil ojos, sin obsesionarte, cuidando de tu hijo como crees q lo harían tus progenitores. Aprenderéis a conocerlo a la vez que él a vosotros y aunque no es fácil ni lo parece, poco a poco notarás que cada uno de sus mini triunfos, es uno tuyo y lo querrás con locura y te sacará de quicio en ocasiones, la paternidad es lo q tiene. Mis felicitaciones a los 3, bienvnidos al club de mamás y papás!! un besazo!!!!
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