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Espero que os guste esta nueva "aventura" en la que me embarco.

viernes, 25 de septiembre de 2015

La Libertad

"Porque soy como el árbol talado, que retoño: porque aún tengo la vida"

De esta manera describe Miguel Hernández la libertad, como algo que no te pueden arrebatar, como algo tuyo, como tu propia vida... así entiendo yo la libertad, como algo que tenemos dentro, inherente al ser humano.

Ahora que soy padre he podido llegar a entender la dimensión de esta palabra tan hermosa, ya que ahora que soy padre he perdido la capacidad de improvisar en mi vida, la capacidad de decisión en la mayoría de mis actos, (ya que estos pueden afectar a mi hijo), en definitiva, he dejado de ser libre.

Cuando decides tener un hijo lo haces libremente, por supuesto, pero la verdad es que no tienes toda la información necesaria para acertar en esta decisión, aunque esto no es nada nuevo, esto pasa y pasará en casi todas las decisiones que tomes a lo largo de tu vida.

Cuando decides tener un hijo lo haces a ciegas, sin saber lo que te puede pasar, sin saber lo que está por venir, porque aunque mucha gente te cuenta muy por encima las cosas malas que tiene, lo que más se escucha es lo bonito que es, lo que quieres a tu hijo, etc

Todo eso pasa, pero también empiezas a estar cansado de manera permanente, dejas de dormir a pierna suelta, estás en alerta perpetua por si se cae, por si se pone malo, por si le sale o no le salen los dientes, por si caga o no lo hace, en definitiva, por todo lo que tenga que ver con él.

Por todo esto es por lo que el día que tu hijo nace dejas de ser dueño de tu vida y él pasa a serlo, pierdes lo único que te hace humano, el Libre Albedrío, y te vuelves instinto puro.

Evidentemente el hecho de tener hijos también tiene cosas buenas, pero no es este el momento de comentarlas.

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